miércoles, 29 de abril de 2009

Sin pretensiones


En esta noche, con estas palabras volcaré, probablemente, la insatisfacción titánica de mi abril,
la nueva decepción del círculo gubernamental y el antiquísimo deseo de no escribir poesía (o de debutar en la prosa).

Es de conocimiento público que la ola perturbada de gripe porcina o llamada también, influenza estadounidense ha perjudicado a muchas personas en los países de México y Estados Unidos, principalmente. Lo curioso es que, habiendo sido el rebrote del virus, apareció potencialmente en la ciudad de San Luis de Potosí que se asemeja a nuestra Lima cuadrada, donde, claro está, no hay mataderos ni granjas.

El primer niño afectado fue Edgar Enrique Hernandez, no lo conozco pues, no existe foto en la web que me lo presente, lo más impactante es que el 60% de los habitantes de su pueblo ha muerto; sin embargo, este crío ha sobrevivido mágica, inocente y calculadamente, ya que, no hay prueba de lo contrario. Dos hechos resaltantes me generan una duda, uno es que los niños
tienen defensas regulares; dos, es que los efectos de la gripe se detectan 5 días después de darse el contagio y la duda es ¿Cómo pudo sobrevivir si concurridos 5 días recién se notó que estaba con la gripe porcina? Es más, los muertos que no lo estaban, incluso son más intrigantes que el propio infante pues, teniendo mejores defensas y contagiándose después, fallecieron.
Además del niño, generalizando un poco, no he visto entrevista ninguna a algún afectado directo; cuando las hay, exclusivamente es a los familiares que, entre palabras de agradecimiento y rostros de satisfacción, dicen que su ser querido está mejorando gracias a las medicinas que les brinda el Estado. Cierto es, que si me enfermo, no sabré qué hacer, puesto que no es de conocimiento público el nombre del medicamento retroviral que me sanará. Como me dirían hace muchos años mis compañeros de clase, "esto me huele mal". ¿Es acaso benéfico cundir a los ciudadanos con tan temible actualización de patologías y no darles en misma medida, el nombre del medicamento con enérgica difusión? Mala jugada.
Escribiendo mal, se me ocurrió evocar la noticia fervorosa de hace poco tiempo, la crisis mundial. Cuando pienso en crisis, pienso en Estados Unidos y, ahora sí, pensando mal, es posible que Estados Unidos haya entablado una jugada soberbia con las industrias farmacéuticas, que por cierto, deben tener mascarillas hasta para limpiarse el culo, ya que no ha habido acción de demanda masiva desde hace muchos años.

No me explico lo de las fotos... ¡Ni un solo muerto por el chancho! ¿Qué rayos puedo pensar si veo en los puestos de periódicos a un homosexual desnudo y en cuatro tirado en el suelo de su departamento y no a las víctimas de tal gripilla?... Al parecer los medios han perdido su descaro. Hora de que surja el mío.

Oscar E. Donayre Gonzales
Lima, 29 de abril de 2009

miércoles, 22 de abril de 2009

Cambalache

Cambalache

Enrique Santos Discépolo

Que el mundo fue y sera una porqueria ya lo se en el quinientos diez y en el dosmil también que siempre ha habido chorros maquiavelos y estafados contentos y amargados varones y doblés pero que el siglo xx es un despliege de maldad insolente ya no hay quien lo niegue vivimos revolcados en un merengue y en el mismo lodo todos manoseados.Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor ignorante sabio chorro generoso estafador Todo es igual nada es mejor lo mismo un burro que un gran profesor no hay aplaza'os ni escalafón los inmorales nos han iguala'o si uno vive en la impostura y otro afana en su ambición da lo mismo que sea cura colchonero, rey de basto caradura o polizón.Que falta de respeto que atropello a la razon cualquiera es un señor cualquiera es un ladrón mezclado con Stavinsky va Don Bosco y NapoleónDon Chcho y Lamignón Carnera y San Martínigual que la vidriera irrespetuosade los cambalaches se ha mezclado la viday herida por un sable sin remache ves llorar la biblia junto a un calefón.Siglo xx cambalache problematico y febríl el que no llora no mama y el que no afana es un gil Dale nomás dale que va que alla en el horno se va'mo a encontrar no pienses mas sentate a un la'o que a nadie importa si naciste honrra'o si es lo mismo el que labura noche un dia como un buey que el que vive de las minas que el que mata, que el que cura o esta fuera de la ley

lunes, 13 de abril de 2009

Viceversa




Solo dame las ocasiones
y te mostraré profundas despedidas.
Dañado pero completo,
abrazado a un sueño partido,
te doy mis manos
esperando ver sangre,
un posible sacrificio.

Solo dame las ocasiones
y no verás cómo me transformo en un perverso amante.
Completo pero bifurcado,
durmiendo sobre las sábanas de la dignidad,
te doy mi cuerpo
esperando contemplar el tuyo,
un posible beneficio, un fruto resumido.

Solo dame las ocasiones
y te devolveré tu laberinto.
Bifurcado,
pero nada,
sumergido bajo puertas enfurecidas,
te doy una espada,
para que tu homicidio sea el mío y viceversa.


Oscar E. Donayre Gonzales
Lima, 13 de abril de 2009

sábado, 4 de abril de 2009

"Los lugares prohibidos son míos"

A mi nervio, que anda delgado y nervioso.


Los lugares prohibidos son infinitos e infernales.
Impido ejecución cualquiera por no ser como quisiera.
Tengo una garganta sincera pero una lengua vil.

Los límites están en mi alma y en mi cuerpo,
una plétora de enfermedades me generan insatisfacción y amargura.
Suelo acobardarme, pues si he de llegar,
es un hecho, que el resultado será tan humano como errar.

Los lugares prohibidos habitan en mí y yo, en ellos sobrevivo.
La premura de mi desesperación radica en la precaria posibilidad
que tengo de disfrutar mi existencia,
todo mientras la seguridad se alfombra en mi agonía.

He tenido que calentar la alcoba,
he tenido que sentirme culpable,
he tenido que verme como enemigo, dos veces más.
Ante el motivo, ante los consejos, probablemente sea un eterno fugitivo;
dejo, en los veranos, miles de tardes,
y en las mujeres, un sensación repudiable.

Soy un gafe de polvo interminable y tóxica retentiva.

Los lugares son potencialmente adversos si los llego a morar,
nocivos por mi sola presencia,
quisiera exiliar mis noches propias y mis madrugadas paganas,
todo día que tuve que despertar;
quisiera retinarme con un manto evaporador; despertar, sabiendo que no soy yo.

Quisiera ser solo luminiscencia, pues de otra manera solo puedo estorbar.

Los lugares prohibidos son todos para mí.
Debería ejecutarme de cualquier manera; pero soy un cobarde desconsiderado.
Éste es un despreciable te quiero,
pues no quisiera...
No tengo nada siglo, solo lugares prohibidos.


Oscar E. Donayre Gonzales
Lima, 04 de abril de 2008