miércoles, 17 de noviembre de 2010

Borges ciego

Si el corazón,
en cierta medida,
es penoso reo de las trampas
que el propio se tendió,

présbita al amanecer,

encendido visionario

al ocaso,

si es,
por otra parte,
llevada cuenta
de su rutina,
un objeto que, respirando,
va veloz,
en ómnibus y a pie,
por la ciudad,

si es,
como el universo,
algo que se expande
aun sabiendo
que es
eterno,

y un día,
más temprano que tarde,
se contrae

al punto
de concentrar toda energía-masa
conocida

de los miles de millones de planetas
que pasean en torno de las estrellas,

de los miles de millones de estrellas
en una danza de la muerte,

de los miles de millones de galaxias,
muriendo un poco a cada día,
siguiendo marcialmente las leyes del genial inglés,

arrastrando también la masa
de ti y tus padres y hermanos
y la chica que no te quiere,

el amor que no viviste,
los polvos que no lanzaste,

y también tus zapatos y tus sentimientos,
tus películas del Viejo Oeste y tu noble odio guardado,
el cuello de tu camisa y tu guitarra,
y hasta del idiota al que tu princesa ama,

digo yo,
en Sudamérica
(pleno siglo XXI,
con mi café),

¿qué sobrará de los poetas
y los poemas,
y los estantes,
y las musas,
y los burdeles,
y los libros
(incluso aquellos de tapa dura)?

José Vargas B.

1 comentario:

Verônica Xavier dijo...

José, solo ahora dos meses despues ví tu comentário en mi blog "Jarabe Dulce", sí, tambien moro en Rio y me encanta escribir aunque no lo haga a menudo, igual mi blog anda abandonado por eso la demora en contestarte. Espero que puedas comprender. Mi correo es poetisabrasileira@yahoo.com.br,msn: veronica_regina_xavier@hotmail.com. Agregame y sigamos hablando! Vale? Besos :)