domingo, 23 de marzo de 2008

El que boca tiene: la honestidad intelectual

Yo no soy un filósofo ni un especialista en epistemología, por lo que sería demasiada pretensión y falsedad hacer aquí un análisis riguroso de lo que es la ciencia y cuáles son sus métodos y espíritu. Pero, así como no hace falta ser un esteta para saber que, por ejemplo, Jill Ireland es bellísima, no me ha sido nunca indispensable un conocimiento, digamos, sistemático de las deficiniciones filosóficas para reconocer en el marxismo la vista más científica de la historia, la filosofía que explica más "científicamente" la historia, las sociedades y sus relaciones con la infraestructura económica.

Lo que voy a comentar aquí brevemente es justamente esa flagrante contradicción en la que incurren ciertos "marxistas", que terminan siendo, en verdad, falsificadores, deturpadores, farsantes del pensamiento de Marx y Engels. El marxismo, si es científico, si lo reclamamos los comunistas como la ciencia del proletariado, exige el método de la ciencia. En el análisis que se haga utilizando el método marxista estará previsto y supuesto el uso del método científico. El método dialéctico agranda el método científico, no lo niega ni lo recorta caprichosamente.

La contradicción en la que incurren es justamente en su poco rigor científico. Hacen esto, por ejemplo, cuando se creen con la autoridad necesaria para hablar sobre los conflictos que pasan en todo el mundo, cuando desconocen sus especificidades, su complejidad. En su ignorancia, esquematizan y simplifican aquello que no es ni esquemático ni, mucho menos, simple. Quieren reducir y adaptar la realidad a sus antojos y arbitrariedades.

Finalmente, en un conflicto, uno puede estar a favor de alguno de los lados. Pero que nuestra parcialidad sea conclusión de un análisis riguroso, científico, puesto firmemente en el método marxista, pero jamás una ligereza que termina siendo ofensiva para aquellos que realmente sufren el conflicto. Como decía el Presidente Mao, "Quien no ha investigado no tiene derecho a hablar".

Uno podría decir que los revisionistas del marxismo se comportan como prostitutas, al haber rechazado alegremente los postulados básicos del marxismo y acomodado convenientemente el materialismo a sus intereses electoreros, burgueses y capitalistas. Pero sería una apreciación injusta compararlos con prostitutas.

Por las prostitutas.

José Vargas Bazán
Rio, 23 de marzo de 2008.

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