lunes, 29 de diciembre de 2008

"Como ayer"


A la que oí susurrar
que era como el vino.

Nos hemos merecido a veces.

Y solo entonces olvidaste los presentimientos.

Hoy has dejado una despreciable paz,
una tranquilidad tal que solo el desastre calma.


Los a veces no duran
como nunca entre los dos,
mas siempre anduviste sin ataduras,
mi desconsuelo, especialista en absorción,
de tu figura hizo una abstracción segura;
quizá más que para siempre,
quizá ahora más que nunca,
no lo sé.

¿Podremos despertarnos acaso
sin sentir el latido deudor?
Es más probable que solo sea yo;
pero si eres tú,
exigiré un jamás como promesa,
un beso como resignación.

Veo tan frecuentes nuestros a veces,
que hasta parpadean;
es una rutina frágil y viciosa.

A veces nos hemos merecido.

Y en este conflicto de vernos
la sangre se ha extendido hasta las pupilas,
potente y excesiva,
a traspasado mi control como quien juega con una burbuja,
tu medida es de palmas abiertas,
lastima pero es usual.

Y hay ocasiones en las cuales
nos merecemos los a veces,
ocasiones que dudan,
ocasiones que apasionan las miradas.

En esta y en las otras, siempre fuiste tú.


Oscar E. Donaye Gonzales
Lima, 29 de Diciembre de 2008

1 comentario:

Locuán dijo...

Qué dolorosos a veces, son los "a veces" :-) Me llamó la atención el título de tu blog. Volveré por aquí. Te invito al mío

http://absurdilandia.blogspot.com/

Saludos cordiales de un compañero blogger