y cocinarle a la muerte una cena deliciosa;
para salir contigo y recordar la vida sin pereza.
Podría aceptar deshojar un millón de margaritas
o resignarme a persignarme en cada iglesia.
Podría untarme bloqueador amical
o simplemente arropar la soledad con indumentaria milenaria de costura inglesa.
Podría nadar en una colina,
emancipar los límites de la tristeza
y dibujar tu sonrisa;
pero es difícil ¿sabes?
Podría dialogar con brasas voraces para ubicarlas en la chimenea,
podría soplarle la letra a los violines para aproximarte al balcón,
podría descocer mi corazón y arreglar mi almohada adoptiva bajo tu cabeza,
podría enverdecer las hojas de otoño y acercarme a ti sin despertarte,
podría alfombrar mis besos y adolescenciar tu pecho humedecido para cautivarte...
Podría destilarte innumerables veces para encontrar el infinito
bajo tu polo de algodón... ¿sabes?
pero nada se puede sin tu amor.
Podría adormecer las calles para alcanzarte
y construirte poemas para que puedas soñar.
Podría asimilarte como apéndice en mi alma
o saborear una consciencia foránea;
pero tan solo deseo que puedas estar...
y es tan difícil...
¿Podrías perdonarme?
Lima, 24 de febrero de 2009
Oscar E. Donayre Gonzales