lunes, 23 de febrero de 2009

Desperdiciando palabras


Podría liar mis penas a la pata de la mesa,
y cocinarle a la muerte una cena deliciosa;
para salir contigo y recordar la vida sin pereza.

Podría aceptar deshojar un millón de margaritas
o resignarme a persignarme en cada iglesia.
Podría untarme bloqueador amical
o simplemente arropar la soledad con indumentaria milenaria de costura inglesa.
Podría nadar en una colina,
emancipar los límites de la tristeza
y dibujar tu sonrisa;
pero es difícil ¿sabes?

Podría dialogar con brasas voraces para ubicarlas en la chimenea,
podría soplarle la letra a los violines para aproximarte al balcón,
podría descocer mi corazón y arreglar mi almohada adoptiva bajo tu cabeza,
podría enverdecer las hojas de otoño y acercarme a ti sin despertarte,
podría alfombrar mis besos y adolescenciar tu pecho humedecido para cautivarte...

Podría destilarte innumerables veces para encontrar el infinito
bajo tu polo de algodón... ¿sabes?
pero nada se puede sin tu amor.

Podría adormecer las calles para alcanzarte
y construirte poemas para que puedas soñar.
Podría asimilarte como apéndice en mi alma
o saborear una consciencia foránea;
pero tan solo deseo que puedas estar...
y es tan difícil...

¿Podrías perdonarme?
Te amo sin que puedas enterarte.


Lima, 24 de febrero de 2009
Oscar E. Donayre Gonzales

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuesta creer que de la patria de Cesar Vallejo y César Moro pueda surgir una escritura tan mala como la tuya. Pero lo peor es el aire de arrogancia que exhibes al señalar con el dedo y descalificar a la Wiener, y meterte a hacer comentarios en los blogs cuyos autores salieron en defensa de la escritora peruana. Francamente, no puedes sostener con tus textos la soberbia que muestras, y tus palabras en verso son inútiles, ya que en el resto de las cosas muestras un odio patológico a las mujeres. Me sorprende que en esta universidad haya personas como tú.

Miguel Rodríguez dijo...

Dulce sufrir.

Demasiado dulce...