viernes, 5 de junio de 2009

Sin espacio para el miedo (la calle más angosta)

He ido contando mis pasos como un niño lo hace con sus juguetes de navidad. Esta calle es primogénita, diferente, elemental, no hay divisiones o ventanas, puertas, macetas o cuadras; la calle es extensa, no se conforma, no es ociosa, no es formal. Esta calle tiene un pulso inmóvil y parece que yo lo sigo, no hay niebla como para pronosticar algo de temperatura, algo de cualquier lugar, no hay intersecciones, sólidas ni lógicas, no hay dogmas por dónde empezar.
Mis nociones cambian, seguro se anticipan y eso es adecuado, es contextualizado, es un principio, un horario. No sé qué sucede, distinguir cosas aquí es imposible, aquí no hay protesta o escándalo, no hay peligro y por ende, alguna zona segura...
Siento que el tiempo no pasa, pero siento que algo susurra.

( Nada )

Líneas y líneas en la voluntad pero no en las manos...
Debo ser el peligro para tener sentido, juicio, más...



Oscar E. Donayre Gonzales
Lima, viernes 05 de Junio de 2009

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